Después del paso de
Sonny por casa una frase retumbo por todas las habitaciones
NO MAS PERROS !! No es que
Sonny fuese malo,
Sonny simplemente era el demonio pero de color blanco,se
comía cualquier cosa que se cruzara en su camino,
sofás, sillas, puertas, zapatillas, juguetes,
módems, incluso una vez desde la terraza tiro tanto de un cable que
consiguió lanzar por los aires la antena de mis "adorables" vecinos.

Los perros no son estatuas, ni juguetes ni caprichos que se puedan dejar con el tiempo en el interior del
cajón del olvido, los perros son seres con necesidades, si un perro tiene carencias de
algún tipo o no vive en el lugar adecuado se
convertirá en tu peor pesadilla, creo que eso fue justo lo que le
sucedió a nuestro pequeño
Sonysan, no
vivía ni en el lugar adecuado ni con los dueños que el necesita tener.
Aun
así la mudanza fue muy triste, tampoco se fue muy lejos, se traslado a casa de mis suegros, pero....no pasaron muchos
días hasta que volvimos a por el, lo
echábamos de menos. El retorno fue peor ,
Sonny llego mas vital, esos
días de libertad lo hicieron mas fuerte, estaba contento, nos lamia, correteaba por casa, se
metía en la bañera, saltaba de
sofá en
sofá y nos miraba encantado como diciendo "sabia que
vendríais a por mi" ,
estábamos tan contentos que no
podíamos imaginar lo que nuestros ojos
verían al amanecer.

Un
túnel recorría por encima del
zócalo hasta el
salón y en mitad del pasillo un agujero dejaba al descubierto un puñado de ladrillos, era definitivo; mi querida y adorada
instalación de
Internet ,
television y
teléfono había muerto desgarrada por las
mandíbulas de un diablo disfrazado de
Setter.
Después de un grito y un "pequeño" ataque de ansiedad nuestro
Sonny fue trasladado de nuevo al
paraíso (casa de mis suegros) tengo que confesar que ni aun
así fue tarea
fácil,
recordé aquella frase que tantas veces me
había dicho mi madre "no solo es suficiente querer algo para poderlo tener" tuvieron que pasar 26 años para
comprenderlo,
queríamos mucho a
Sonny pero por mas que lo
queriamos no lo
podíamos tener, el quererlo no era suficiente,
Sonny nació para ser libre, para rastrear, escalar montañas perseguir
pajaros, lagartijas,
Sonny no era un perro de ciudad, vivir en un piso para el resultaba asfixiante.
Ahora vive en un lugar que cumple con sus necesidades, en su hogar, es un perro estable, feliz, disfrutando del momento con un dueño que tiene la misma
energía que el, mi suegro.
Sonnysan te queremos mucho lo sabes.