" Roni "

Así fue como Roni llego a casa y desde ese día hasta día de hoy sigue con nosotros.

Para mi Roni es un perro muy especial, es sereno, tranquilo, tímido, es uno de esos perros de mirada nostálgica, puede pasar horas mirando fijamente por la ventana como si esperara a ese alguien que nunca llega, puede pasar el día acostado pensativo mirándote durante largos ratos.
La vida, el paso de los años cambia a las personas, te calma, te estabiliza, a los animales también los cambia aunque Roni siempre fue y sigue siendo así, para él el tiempo no pasa.

Muchos domingos vamos a casa de mi madre a pasar el día, parece que al bajar del coche Roni se convierta de repente como por arte de magia en un cachorro, se emociona, saluda a todos, corre, olisquea, no para quieto, quizá en sus momentos nostálgicos piense en esos domingos, en los olores que percibe, en pajaros o lagartijas....pero ese siempre sera su mayor secreto, nunca sabremos a ciencia cierta en que piensan ellos .

Me pregunté mil veces que pasaría por su cabeza en esos momentos, mientras me miraba desde el calorcito del sofá, tranquilo, sereno sin imaginar si quiera que su calma se vería interrumpida tarde o temprano por un nuevo ser peludo .





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"La sorpresa"

Recibi una llamada, en breve Fernando llegaria a casa y encontraria la gran sorpresa y yo no estaria alli para ver la cara que pondria. El rato me paso muy lento y al fin el telefono sono: " veo mal o hay un perro negro en casa?" no supe muy bien que decir, creo que simplemente solte una risa delatadora, pero por su voz pude comprobar que la mision ya estaba cumplida y habia salido como yo esperaba, la bolita peluda gano la batalla y se quedaba en casa.

Cuando llegue a casa ya estaban los dos en el sofá, me senté junto a ellos y empecé a contar la historia, me sentía bien, Fernando estaba contento y yo era feliz, ahora solo quedaba la niña que descubrió el pastel ese mismo fin de semana.

Carla llego a casa el viernes sobre las ocho de la tarde, los gritos de emoción creo que se oyeron por todo el barrio, ya en el portal le dije que tenia una sorpresa y cerro los ojos, cuando los abrió nos miro con esa mirada de niña acompañada de una gran sonrisa, estaba contenta, emocionada , lo acariciaba mientras hacia miles de preguntas.

Al final todo salio bien, me acuerdo de mis dudas de si traerlo o no a casa y la verdad no me arrepiento, Roni nos trajo muchas alegrías a todos.

Gracias Susana por este regalo tan especial .